Un bebé muere desangrado por una circuncisión casera

1. • Una mujer conocida de los padres llevó a cabo la intervención en Tarragona
2. • El juez abre una investigación por un presunto delito de homicidio imprudente

Un bebé de 18 días falleció el domingo en Tarragona a causa de una hemorragia masiva tras ser circuncidado por una mujer conocida de los padres, ambos de origen nigeriano. El padre de la criatura fue quien pidió una ambulancia porque el niño se moría. El Juzgado número 3 de la ciudad ha abierto una investigación por un presunto delito de homicidio imprudente.Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, en el barrio del Pilar. Sobre las 21.30 horas se produjo la llamada de auxilio y un equipo médico, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y una comisión judicial se trasladaron al piso sin que fuera posible hacer nada para salvar la vida del pequeño.En un primer momento, el forense consideró que el óbito pudo haberse producido al tragarse el niño su vómito, pero la autopsia determinó que el fallecimiento tuvo lugar por "un shock hipovolémico" por pérdida de sangre causada por una herida en el pene.
DECLARACIÓN COMO TESTIGOS
Los padres, que declararon ante el juez en calidad de testigos, confirmaron que el bebé había sido sometido a una circuncisión --la extirpación o amputación del prepucio--, y que la autora de la intervención era una mujer ajena a la familia, contra quien inmediatamente se dictó orden de detención. "En función de cómo avancen las diligencias, se podría imputar a los padres", manifestaron ayer fuentes judiciales. Los resultados definitivos de la autopsia aún dependen de que el Instituto Nacional de Toxicología acabe de analizar las muestras del cadáver.Xavier Allué, pediatra del Hospital Joan XXIII de Tarragona, explicó ayer que, para cumplir con la tradición de los países de origen, algunos inmigrantes africanos encargan la circuncisión a personas no autorizadas ni capacitadas. "Es algo que ocurre entre las paredes de casa, aunque afortunadamente en la mayoría de las ocasiones no se da un resultado tan trágico", dijo el facultativo.Allué explicó que conoce casos de tratamiento quirúrgico a niños afectados por las secuelas de una circuncisión clandestina "porque acarreaba problemas físicos que exigían una intervención posterior para corregirlos". El médico recordó el riesgo de las operaciones efectuadas por personal no capacitado y puso como ejemplo las infecciones generadas por la perforación de orejas, una práctica que se considera normal en occidente pero que sería perseguida en otros países.Hassan Jefflani, representante de la comunidad magrebí de Reus, aseguró ayer que lo ocurrido "es un hecho insólito". Y añadió: "Los musulmanes circuncidados por motivos religiosos siempre acudimos al médico para evitar tragedias como la de Tarragona".