El niño de tres años que se cayó a la piscina del colegio Gredos San Diego de la localidad madrileña de Las Rozas ha muerto este mediodía en el Hospital La Paz, donde se encontraba ingresado desde el pasado martes en estado vegetativo, según ha informado este centro sanitario. El colegio es un centro concertado que fue inaugurado el pasado mes de septiembre. La clase de natación en la que ocurrió el siniestro era, de hecho, la primera que se impartía.
El suceso tuvo lugar el martes por la mañana, pero no se dio a conocer hasta anoche. Fuentes municipales explicaron ayer que dos unidades móviles del Servicio Municipal de Emergencias (SAMER) acudieron al centro escolar a primeras horas de la mañana del martes para atender al pequeño, que se encontraba en parada cardiorrespiratoria tras haberse caído a la piscina y permanecer sumergido en el agua durante un tiempo que no se ha precisado. Cuando llegó la ambulancia, los monitores del colegio estaban intentando reanimar al ahogado.
Los facultativos le practicaron maniobras de reanimación durante 50 minutos hasta conseguir recuperar el pulso del niño, que fue trasladado a La Paz, donde ingresó "sin actividad cerebral", indicaron las mismas fuentes. Al parecer, el golpe le dejó en coma. Algunos padres relataron que el pequeño, junto al resto de sus compañeros, se encontraba en el vestuario con un monitor y una persona de apoyo tras haber concluido la actividad de natación en la piscina escolar, que entró ayer en funcionamiento por primera vez.
¿Había suficientes monitores?
Por razones que se desconocen, el menor se separó del grupo y volvió a la piscina sin que los monitores se percataran de su ausencia hasta que efectuaron el recuento de los alumnos para volver al aula. Cuando salieron al recinto deportivo, hallaron el cuerpo inerte del niño en el fondo del vaso de la piscina. Los profesores avisaron a los servicios de emergencia.
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y la Guardia Civil han abierto una investigación para aclarar las circuntancias del suceso. Fuentes del Instituto Armado han señalado que "todos los indicios apuntan a que la caída en la piscina pudo ser accidental", tras tomar declaración a los cuidadores de los niños. Algunos padres habían alertado en las reuniones de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro de que el número de monitores para atender las actividades realizadas en la piscina era insuficente. El número de monitores que se encontraban a cargo de los 23 pequeños que se encontraban en la actividad de natación eran cuatro adultos, según consta en el informe realizado por el director del área territorial y una serie de inspectores que se desplazaron hasta el colegio al tener conocimiento de los hechos.
Ante las quejas de falta de personal, la Consejería de Educación ha querido puntualizar que "no hay constancia por escrito de esta situación". "Los inspectores comprobaron que había cuatro monitores, para 23 pequeños", han precisado. En todo caso, las clases de natación se encuentran suspendidas de forma "cautelar" desde el accidente. Tras este trágico suceso, el Colegio retomó esta mañana las clases "con normalidad", según han confirmado fuentes de la Consejería de Educación.
El colegio Gredos San Diego ha sido inaugurado este curso y pertenece a una cooperativa de profesores que cuenta con cinco colegios en la Comunidad de Madrid. En todos ellos la natación se imparte dentro del horario escolar y se considera una actividad más de la disciplina de Educación Física.
